Esta entrada se publicó originalmente el 13 de julio del 2020.
Me emociona mucho Julio Sin Plástico, porque fue de los primero retos a los que me uní cuando decidí intentar vivir de manera más sostenible. Desafíos como éste me han ayudado a ver buenos resultados de un año a otro, y por eso los recomiendo.
Julio Sin Plástico se hace a nivel internacional y fue creado con la intención de re evaluar nuestra relación con el plástico, así como de irnos deshaciendo de él poco a poco. Todo inicia con el compromiso y las ganas de actuar: la idea base es precisamente tomar acciones pequeñas a lo largo de un mes.
Si quieres conocer un poco más de la historia de Julio Sin Plástico puedes visitar la página: plastic free july.
Si esto es algo que te interesa, me gustaría compartirte algunos consejos y cosas que he aprendido gracias a Julio Sin Plástico.
Objetivos pequeños y concretos
La clave de mí éxito radicó en enfocarme en objetivos pequeños y concretos. Realicé acciones a lo largo del mes que me acercaron a mi meta, en lugar de echarme el paquete de reajustar toda la casa. Creo que fue importante para mí saber que no tenía que hacer cosas diferentes a lo largo del mes, sino cumplir con mis objetivos antes de pasar al siguiente.
El año pasado, me enfoqué a eliminar las bolsas de plástico de un solo uso de mi vida: me aseguré de que mis bolsas re utilizables estuvieran a la mano, y compré bolsas ecológicas para las verduras. Me entrené para que ya no se me olvidaran y, cuando me sentí segura con el progreso, pasé al siguiente objetivo: los popotes; y así sucesivamente.
Lo mejor que puedes hacer es enfocarte en uno o dos, máximo tres, objetivos personales para Julio Sin Plástico, y hacerlos bien.
Julio Sin Plástico es una campaña educativa
El plástico de un solo uso es uno de los peores inventos del hombre. Es importante que lo aceptemos de una vez por todas. No digo que no tengan sus beneficios, pero nos vendieron el plástico, desde el principio, como el material más duradero que se podía usar y reutilizar y reciclar hasta el infinito.
Pues ya aprendimos que no, y ahora el problema radica en que se ha convertido en una de las industrias más grandes. La realidad es que todo el plástico que se ha sido creado desde los 50’s sigue en la tierra.
Por eso Julio Sin Plástico es una solución, una oportunidad para educarnos al respecto y aprender que no todos los plásticos se pueden reciclar o reutilizar, y cómo hacer compras inteligentes. Recuerda que las pequeñas acciones sí suman y nuestro poder de compra es lo que convence a las grandes corporaciones y gobiernos a cambiar.
Hay lugares en el mundo en que el plástico de un solo uso ya está prohibido, y aunque falta mucho por hacer, lo más importante que debes aprender es que nuestra dependencia al plástico fue creada por empresarios, no hay plástico en la naturaleza.
El zero waste es más que una tendencia
Ser zero waste quiere decir que tu estilo de vida no genera residuos: todas tus compras, comida y actividades tienen el mínimo impacto ambiental. Suena súper romántico y es muy posible. Ahorita me he fijado que se ha vuelto tendencia, pero la verdad es que entre más y más personas intentemos reducir nuestro impacto ambiental, esta tendencia puede generar cambios en varias industrias que se rigen por el consumo.
Lo más importante es que te acostumbres a hacerlo, para que puedas ir agregando cada vez más cambios.
Una de las cosas que siempre recomiendo es empezar por lo que crees que se te haría más fácil, en mi caso fueron las bolsas de plástico y popotes. Igual y a ti se te hace más fácil empezar con el baño o los productos para limpiar el hogar. Una vez que lo domines, entonces puedes pasar a tu siguiente objetivo y así sucesivamente. Pronto verás los buenos resultados.
Hazlo tu misma (DIY)
Otra muy buena opción para Julio Sin Plástico es el DIY (do it yourself en inglés) que significa “hazlo tú misma”. Es un buen reto intentar reemplazar productos de belleza, por ejemplo, con opciones caseras.
En mi caso, tiene casi tres años que no compro algún spray fijador de maquillaje, y la verdad es que me funciona mucho mejor que aquellos que venden las marcas de lujo.
La idea detrás de DIY es ahorrar dinero y ser auto suficiente. No te apures por volverte química o cosmetóloga de un día para otro. Si se te da, entonces aviéntate a buscar una receta para bálsamo de labios, por ejemplo, y experimenta. Disfrútalo y si algo no sale bien, no importa. Julio Sin Plástico es prueba y error.
A nadie le sale perfecto a la primera.
Compra local
Otro aspecto muy importante de Julio Sin Plástico es comprar local: cualquier cosa que quieras adquirir o descubrir, hazlo con emprendedores locales. Personalmente, la Ecotienda y ETSY se me hacen súper prácticos para descubrir productos y marcas mexicanas.
Esto es tanto para apoyar la economía nacional, así como para que el talento mexicano siga prosperando. Opciones hay, sólo hay que buscarlas.
No importa si es a un artesano, boutique, tienda o marca que elaboran en tu ciudad o estado, asegúrate de que tu primera opción de compra, de aquí en adelante, sea local.
Tal vez te interese leer Consumismo sustentable
Me gusta pensar que Julio Sin Plástico genera un efecto dominó: cambias una cosa, luego sigue otra, y otra, y así sucesivamente hasta que tú estilo de vida se haya renovado por completo.
Recuerda las claves: fijarte objetivos muy específicos, hacer compras inteligentes -compra local y piensa en los residuos que podría dejar el producto más allá del empaque-, y sólo pasa a tu siguiente meta cuando hayas dominado el primero.
La idea general de Julio Sin Plástico es que tus hábitos empiezan a cambiar en un mes y se vayan replicando a otros aspectos de tu rutina diaria.
¿Has intentando algún reto para intentar vivir más sustentable? ¿Cuál ha sido tu experiencia con Julio Sin Plástico? Deja tu comentarios aquí y nunca olvides que las pequeñas acciones suman grandes resultados.